JOSE OCHOA CASTILLO

LA FRASE DEL DIA

¿QUE ES LIBERTAD?

Cuando leí la obra “DESARROLLO Y LIBERTAD” del Premio Nobel de Economía AMARTYA SENN, pude comprender que es preferible tener una buen calidad de vida que una gran riqueza. ¿Quién es más rico un pescador que vive de su arte, feliz. o un multimillonario con una enfermedad terminal?







martes, 24 de agosto de 2010

AL OIDO DE MINPROTECCION SOCIAL (I)

Se avecina un revolcón a la salud por parte del ministerio, desde la creación de la ley 100 de 1993, el país ha vivido de revolcón en revolcón y gastando millonarias sumas en asesores, desvíos no santos de los recursos, decretos, resoluciones, fusiones de ministerios, en fin toda la gama y la filigrana de recursos administrativos, el desborde y el derroche de la imaginación de las personas que integran el ministerio que se dedica a cuidar y regular la salud de los colombianos.
Primero eran los privilegiados del extinto ISS, donde se derrocho el dinero de los trabajadores, en una mal interpretada seguridad social, a semejanza de la que hoy hace agua en los países desarrollados, ante las crisis financieras que padecen y que son aparte de lo que nos concierne en el tema tu salud.
Después decidieron que la salud no era un privilegio, que había que masificarla y que los ricos pagaran la salud de los pobres, pero esos ricos en el proyecto de la salud empezaron a desaparecer, cuando las estadísticas que arrojaba el DANE dejaban tiradas por el suelo los análisis actuariales, todo salió al revés, las metas de crecimiento no se cumplieron y la variable sobre la que se fundamentaba la seguridad se ha ido deteriorando ante la poca visión comercial del principal agente de la economía nacional; las crisis con nuestros vecinos y los problemas de los grandes compradores que cada día tienen menos perspectivas de pagarnos, con sus monedas hechas trisas ante el advenimiento de un nuevo orden mundial.
Como preámbulo de la crisis de la salud desaparece en el mercado la panacea de la seguridad social el otrora  poderoso Instituto de los Seguros Sociales, ante la perspectiva de dar paso a otra clase de seguridad social liderada por la empresa privada de nuestro país pero con el mismo ingrediente que permitió que el seguro social fuera autodestruido, el efecto político.
Empezaron a aparecer EPS, IPS y cuanto negocio se le pudiera agregar a tan apetecido mercado de enfermos en Colombia, que cada día crece, demostrando que en la verdadera salud no hemos progresado estamos peor que el cangrejo.
En este punto vale la pena hacer un análisis, será que los fármacos que se le proporcionan a la población enferma, no son buenos o están hechos con el efecto nefasto de enviciar y volver compulsivo adicto al consumidor, o tienen efectos secundarios o colaterales que permiten pasar de una a otra enfermedad producto del perverso medio, o el que los recta en este caso ya no es el científico de antes que estudiaba y formulaba bajo un criterio científico el tratamiento que iba a formular y se ha convertido en un músico de banda que interpreta una partitura musical, que no puede ser cambiada, por que es un simple músico y no un maestro de la música.
Esta situación ha permitido que la atención a la salud se haya convertido en un proceso muy similar al que tiene la fabricación de una salchicha, siempre es la misma y recibe todos los métodos de la administración para hacerla atractiva al paladar así sepa a mal, el marketing que la hace apetecible.
Así se hizo con la salud, el médico no te mira, no te toca, no te oye, simplemente se limita a llenar al frente de una computadora, que le enmarca en un formato, y en un  tiempo límite, son quince minutos y sujeto a un Vademécum que como una biblia  de los fármacos no pueden sobrepasar ciertos precios, pues irían en contra de las finanzas de la institución para la que trabaja y el marketing que la envuelve.
Con voz queda e imperceptible se dirige al enfermo le dice…. Esos remedios los vende una multinacional más costosa  y son más buenos….
Que equivocado estaba el médico; la enfermedad que detecto no era la que el interpreto, dice sumisa y humildemente la paciente a su subconsciente…. Doctor mi dolor era del alma…. No venia por pastillas, venia por un consejo.
Jose Ochoa Castillo Maicao 24-08-10

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